CARL LARSSON: un ideal de buena vida

lunes, diciembre 22

Sonrosados mofletes de bebés, colores brillantes y una atmósfera hogareña. Carl Larsson (1853-1919, Suecia) es conocido y admirado por sus magistrales acuarelas sobre la vida en familia en Lilla Hyttnäs, su cabaña en la campiña sueca. Con la exposición The Good Life, el museo danés Ordrupgaard cuenta la historia de un pintor que mostró su casa a través de su arte y creó el ideal de estilo de vida nórdico, que aún hoy sigue vigente: la buena vida construida alrededor de la familia, el hogar, la naturaleza y la sencillez.



















Carl Larsson y su esposa Karin Bergöö, también artista, convirtieron su casa -regalo del padre de Karin- en una obra de arte. Equiparon Lilla Hyttnäs con un estilo sencillo, informal y cómodo, firmemente opuesto al estilo victoriano de la época. En Hyttnäs no había caros muebles de estilo ni oscuros papeles pintados o pesados cortinajes y adornos. Solo se perseguía la luz, el aire y el confort. Llenaron su casa con plantas de interior, coloridos textiles diseñados y confeccionados por la propia Karin y muebles gustavianos, viejos y nuevos, hechos en casa. En lugar de pesadas alfombras tapando los suelos, dejaron la madera a la vista cubriendo solo algunas zonas con esteras de algodón. Un estilo muy personal que revolucionó la forma de entender la decoración y llegó a tener un enorme impacto en el interiorismo escandinavo del SXX.











Y más allá de un estilo decorativo, también crearon una nueva forma de entender la vida, alejada de las formalidades y restricciones imperantes. En sus acuarelas, Carl Larsson, reflejaba una vida familiar basada en la felicidad. Espacios en los que se vivía, donde permitía a sus ocho hijos divertirse y crecer. Un estilo de vida hecho de las alegrías y la belleza cotidiana –probablemente las que no tuvo durante su miserable infancia-.







Lilla Hyttnäs, se convirtió en caso de estudio para artistas y diseñadores e incluso teóricos sociales, que vieron en aquél espacio, un microcosmos de la socialdemocracia y establecieron una evidente conexión entre la estética de la familia Larsson y William Morris, propulsor del movimiento Arts&Crafts que exponía una vuelta a la simplicidad, al handcraft y la belleza natural. Cualidades que definieron el carácter del diseño escandinavo del SXX y que hoy siguen siendo profundamente influyentes.

Imágenes: ordrupgaard.dk | clg.se
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